miércoles, 2 de noviembre de 2016

Bocanadas de discurso que sufre el sujeto enamorado...

                   

Me entrego al amor como nunca a mis padres
y ha sido siempre una burbuja
que amenaza con su danza involuntaria.
Me condena este enigma de no saber cómo,
de cargar con esta falta que crece o adelgaza
Según quien
según que
según…
Me doy al amor, lo creo, lo nazco, desde un pequeño consenso del aire que duerme en los espacios vacíos de nuestros cuerpos distantes.
Soy un espejo más de mi condena inicial
sin culpa, de otra forma no hubiera sido
sino este ser  empañado que me devuelve una infancia en retazos
Objetos, imágenes, tejidos, cielos celestes,
un árbol caído que trepo y hago reino con mis pocos años de conquistadora
Refugios entre las plantas
jardín
lugar secreto
Mi reinado con la flor y con los higos
perla al principio,  más tarde, los pétalos de nácar.
Todos los fragmentos, más este, ahora mismo
viajan en un tren desordenando el tiempo, y todo es ahora cuando se viaja.
Refugio cristalino los trazos, los tonos
Las capas que piden más color o pálidamente sencillas se muestran sin temer lo delicado de sus simples estructuras.
Creí a modo científico, midiendo en latidos, intensidades, brillos y fluidos.
Caí en la cuenta que nada es prueba, que nada sostienen  las  palabras si las dejamos solas.
Toda manifestación muestra su esencia en excepciones.
Este ritmo ensimismado, hilado de  fragmentos pretendiendo perdurar
No es más que nuestra imagen empañada en  el espejo de lo que creímos amar.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario