miércoles, 2 de noviembre de 2016

Nos demoramos en despedirnos
en un vagón de un tren inmóvil

Una tarde más
este  tren dormido
se desdobla y nos sacude los silencios

nos arroja al desierto de los rieles partidos

De a uno fuimos saltando

Nada ha sido tan quieto
Nada
ha permanecido

tan quieto

Todo espejo, toda imagen, toda lengua, es simulacro de nuestra propia incertidumbre



Tal vez ya no quiera tu reflejo
a través de la ventana
ni tu espejo agrietado
que se arranca de una silla.
Ni tu espalda en la cocina atrincherada
ni tus piernas
Otra silla/ desarmada.
Y no quiera las mañanas aún oscuras
ni tu abrazo
tan dispuesto/ ya sin brazos.
Tal vez despertaste tus vacíos
cuando el sueño deambulaba- acompañado
y discernir entre la boca que moría
por tu boca descarnada
y tus ojos de sí mismos
incendiados.
/un encanto de lo hambriento/
Tal vez ya no quiera
una lluvia suspendida
inútil. 
 rio
 de lo que enreda la carne a otras
 de las pestañas dormidas que no atreven despertar
 del peso y la gravedad
 río  piénsame 
 dame apenas una cáscara de orilla
 o si quieres una alfombra
 piénsame
 soy tu egoísta mascota diminuta

A A.Calveyra

Sueño espejo
Espejo de mi sueño
Sueño del tamaño de dos hombres
Espejo del tamaño del hombre
Hombre mitad simulado

Mitad retrato de lo dormido.
Estar  más, fue ser menos
Fue tanto ir como no hacerlo
Lo subterráneo, lo mismo aéreo
Direcciones opuestas que simultáneas se alimentan.
Hondo como de apenas
Pizca sin cuerpo
Como de lava latido acelerado

siempre llegando para no hacerlo.

Bocanadas de discurso que sufre el sujeto enamorado...

                   

Me entrego al amor como nunca a mis padres
y ha sido siempre una burbuja
que amenaza con su danza involuntaria.
Me condena este enigma de no saber cómo,
de cargar con esta falta que crece o adelgaza
Según quien
según que
según…
Me doy al amor, lo creo, lo nazco, desde un pequeño consenso del aire que duerme en los espacios vacíos de nuestros cuerpos distantes.
Soy un espejo más de mi condena inicial
sin culpa, de otra forma no hubiera sido
sino este ser  empañado que me devuelve una infancia en retazos
Objetos, imágenes, tejidos, cielos celestes,
un árbol caído que trepo y hago reino con mis pocos años de conquistadora
Refugios entre las plantas
jardín
lugar secreto
Mi reinado con la flor y con los higos
perla al principio,  más tarde, los pétalos de nácar.
Todos los fragmentos, más este, ahora mismo
viajan en un tren desordenando el tiempo, y todo es ahora cuando se viaja.
Refugio cristalino los trazos, los tonos
Las capas que piden más color o pálidamente sencillas se muestran sin temer lo delicado de sus simples estructuras.
Creí a modo científico, midiendo en latidos, intensidades, brillos y fluidos.
Caí en la cuenta que nada es prueba, que nada sostienen  las  palabras si las dejamos solas.
Toda manifestación muestra su esencia en excepciones.
Este ritmo ensimismado, hilado de  fragmentos pretendiendo perdurar
No es más que nuestra imagen empañada en  el espejo de lo que creímos amar.