Nos demoramos en despedirnos
en un vagón de un tren inmóvil
Una tarde más
este tren dormido
se desdobla y nos sacude los silencios
nos arroja al desierto de los rieles partidos
De a uno fuimos saltando
Nada ha sido tan quieto
Nada
ha permanecido
tan quieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario